Señalando que desde la adjudicación, las cantidades de los productos de que se trataban que habían sido retirados del mercado hasta el momento eran insignificantes en relación con las cantidades necesarias, a pesar de que la campaña de retirada prácticamente había finalizado, por lo que considero necesario permitir a las empresas adjudicatarias que lo desearan, aceptar en pago, en sustitución de las manzanas y las naranjas, otros productos como nectarinas y melocotones,